Añade una nueva palabra a tu idea del ojo seco: HOMEOSTASIS.
Añade una nueva idea a tu concepto del ojo seco: FALTA DE EQUILIBRIO.
Añade un nuevo rol a tu actividad como profesional de la visión frente al ojo seco: estás llamado a transformar ojos secos tristes en alegres funambulistas.
En el CBO estamos dándole empujones al reloj y al calendario esperando que llegue el 1 de julio. ¿Qué pasa este día? Que se publicará el reporte del Dry Eye Workshop II (DEWS II) llevado a cabo por la Tear Film and Ocular Surface Society (TFOS).
Un equipo multidisciplinar de profesionales repartido por el mundo, trabajó de forma colaborativa en el DEWS I para dar la más amplia visión sobre el ojo seco que hasta el momento se podía tener. Definición de la condición, epidemiología, signos, síntomas, la bioquímica que se esconde tras los procesos de sequedad ocular, las enfermedades sistémicas asociadas, opciones de manejo, etc.
Mientras llega el día de leer todos los detalles… te adelantamos que a partir de ahora vas a oír hablar mucho de la homeostasis, en su relación con el ojo seco.
La homeostasis no es una palabra nueva. Es un proceso ligado al equilibrio de nuestro organismo en general, de las células y tejidos de nuestro cuerpo en particular. Mediante la homeostasis, mantenemos el equilibrio de nuestro medio interno y con ello nos referimos a la estabilidad en la temperatura corporal, el balance de fluidos, etc.
¿Qué tiene que ver con el ojo seco?
Pues que es un concepto que ayuda a entender el número tan elevado de potenciales cambios que pueden darse en la película lagrimal y la superficie ocular, y que lleva a un desequilibrio de este sistema.
Lo único que TFOS nos ofrece a día de hoy para ir abriendo apetito… es la nueva definición de ojo seco:
Juguemos a buscar diferencias. ¿En qué difiere esta definición de la ofrecida en 2007?
En 2007 el ojo seco se definió como sigue:
El ojo seco es una enfermedad multifactorial de las lágrimas y la superficie ocular que resulta en síntomas de falta de confort, alteración visual e inestabilidad lagrimal, con daño potencial a la superficie ocular. Se acompaña de un incremento de la osmolaridad e inflamación de la superficie ocular.
Diferencia number 1: La mención a síntomas determinados de la antigua definición, que incluía: falta de confort, alteraciones visuales… ahora se suprime por una idea abierta de la sintomatología. Los síntomas o su forma de expresarlos varía a lo ancho y largo de este mundo, al igual que siempre llamamos la atención sobre la falta de correlación entre signos y síntomas en el ojo seco. Hay quien presenta signos pero no tiene sintomatología. Hay quien refiere una sintomatología acorde al ojo seco pero juega con unos signos más huidizos. Todos ellos, caben ahora en el saco.
Diferencia number 2: Las alteraciones neurosensoriales se hacen un hueco en la definición. No llegan de nuevas, pues ya se incluían en la cascada de procesos que afectan a la superficie ocular y que generan la sintomatología, pero no tenían el papel preeminente de rol etiológico. El lagrimeo reflejo que aparece en un período de la condición y que posteriormente es suprimido, es un ejemplo de lo que estas anomalías pueden producir en el ojo seco, pero estamos deseando leer los detalles que las hacen valedoras de un título de agente etiológico.
¿Y las similitudes?
- La inflamación de la superficie ocular no es discutible. En los próximos tiempos veremos llegar una oleada de fármacos con agentes antiinflamatorios para el manejo del ojo seco. Ya los hay, pero los vamos a oír más cuando su uso se generalice.
- Tampoco es discutible que estamos ante una condición multifactorial motivo por el que se repite este concepto y motivo también de que se hable de roles etiológicos y no de causas o criterios diagnósticos.
Por cierto, olvida la clasificación rígida entre ojo seco evaporativo y ojo seco por falta de componente acuoso. Empieza a poner el ojo en todos los casos mixtos que pasan por delante de ti, para orientar mejor el manejo.
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