Si este es el primer post de nuestro blog, que lees sobre el astigmatismo, debes saber que es el tercero de una serie en que revisamos los mitos en torno a la prescripción de este defecto refractivo. Te invitamos a leer la primera entrega, sobre la necesidad de compensar incluso astigmatismos por debajo de 1.00 D y la segunda entrega, sobre los efectos del astigmatismo sin compensar en la percepción visual y otras funciones visuales centrales, como la sensibilidad al contraste.
Hoy continuamos analizando al defecto refractivo más infravalorado.
¿Qué opinas de la siguiente afirmación?
Es recomendable compensar el astigmatismo en 2 veces, porque los pacientes no se adaptan de primeras a la compensación total
Grandes cambios en el astigmatismo, no son frecuentes en ausencia de circunstancias que predispongan a ello: queratoconos, aparición de cataratas corticales, pterigium, lesiones palpebrales que presionen la córnea, córneas irregulares tras cirugía refractiva o post-queratoplastias, etc.
Quizá para desgranar este asunto, podríamos hacer una distinción entre dos grupos de edad en los que podrán surgirnos más dudas acerca de la prescripción cilíndrica:
Los niños
Uno de los momento en que más dudas se nos pueden presentar como prescriptores, es el de la primera prescripción. En los peques, es en los pacientes en que más infravaloramos este error refractivo. Te dediques mucho o poco a ellos, debes saber un par de cosas:
- cuando pensamos en ambliopías, ponemos la mayor atención a defectos hipermetrópicos que suelen ser los más frecuentes e intervienen en 2 tipologías de las 3 que puede ser fuente de subdesarrollo de la visión: ambliopías refractivas (isometrópicas o anisometrópicas) y ambliopías por estrabismo. Tres puntualizaciones a esto:
- La mayoría de las anisometropías hipermetrópicas son astigmatismos hipermetrópicos en los que se recomienda que el cilindro se compense SIEMPRE al 100%.
- Existe la ambliopía meridional dentro de las formas refractivas. Esta es una ambliopía causada puramente por un defecto astigmático. En este caso, igualmente debemos compensar al 100%.
- El astigmatismo oblicuo aumenta 16 veces el riesgo de desarrollar ambliopía.
Los mayores
La aparición de catarata cortical, podría ser en algunos casos, motivo para que un cilindro cambie significativamente en edades avanzadas.
La posible inadaptación a una nueva prescripción con variaciones importantes, nos lleva a plantearnos las opciones de hipocorregir. En pacientes de todas las edades nos preocupa que sientan mareos, dolor de cabeza, fatiga ocular, etc. Si el paciente es joven, debería poder adaptarse a un cambio de potencia, sin grandes problemas, siempre que esa prescripción sea correcta. En mayores, es verdad, que debemos contemplar algunos detalles más.
Los reflejos vestíbulo-oculares (movimientos compensatorios de los ojos, ante cambios en la posición de la cabeza), van perdiendo precisión con la edad. En personas mayores, la ganancia del reflejo, la capacidad de realizar movimientos de cabeza rápidos y la capacidad compensatoria de los ojos, se ven disminuidas.
Se estima que estos cambios pueden justificar la alta prevalencia de mareos y caídas en personas mayores. También justifica peores adaptaciones a progresivos, en pacientes que optan por primera vez a ellos, con edad avanzada.
Siendo así, en el caso de personas mayores sí podría estar justificado, prescribir de forma parcial. Quedarnos a medio camino, o prescribir 2/3 del cambio refractivo, puede ser suficiente para dar al paciente una buena visión y evitar quejas por inadaptación. Por regla general, podemos aplicar esto a variaciones de 0.75 D o superiores.
Veamos más mitos…
Cuando detectamos ejes erróneos, mejor dejarlos así en pacientes adaptados, antes que hacerles pasar por otro período incómodo
En no pocos casos en que encontramos grandes cambios en el cilindro, descubrimos que están motivados por una refracción anterior errónea.
Hablémoslo con el paciente. Si le preguntamos qué tal fue la adaptación a esa gafa errónea, nos dirá algo así como: “ahora que lo dice, me mareaba y tuve dolores de cabeza, pero me dijeron que tenía que adaptarme”. Detectar el problema, intuir la mala adaptación a él y comentarlo, es dar confianza y mostrar empatía. De entrada, no son malos comienzos.
Todo eje que podamos arreglar, debemos llevarlo a su sitio. Una persona joven que no se adapta a una prescripción, tiene que ser re-evaluada. Comprobemos la gafa (montaje, ajustes, etc.), volvamos a refraccionar y revisemos su binocularidad. Si el problema es un eje indebido y estamos determinando el eje real de forma fiable, el paciente no va a pasar peor período que la vez anterior.
Pues con esto y un bizcocho…
… esperamos que hayas encontrado razones para mirar los astigmatismos con otros ojos, con actitud detectivesca y dispuest@ a argumentar en pos de la calidad visual de tus pacientes.
Referencias:
Evidence-Based Guidelines for Amblyogenic Risk Factors Amer. Orthoptic Jrnl. 2006 56:7–14; doi:10.3368/aoj.56.1.7
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